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Cultivo de Maracuyá: Cuidados Esenciales para una Producción Exitosa

Cultivo de Maracuyá: Cuidados Esenciales para una Producción Exitosa

El cultivo de la maracuyá se distingue por ser una planta trepadora, capaz de alcanzar hasta 9 metros de altura en condiciones óptimas, aunque su vida no supera la década. Su tallo, rígido y leñoso, exhibe hojas perennes de gran tamaño y color verde oscuro, dotadas de una superficie lisa.

Terreno Ideal para la Planta de Maracuyá

La elección del suelo es crucial para el cultivo de la maracuyá. Se recomiendan suelos profundos y bien drenados, con al menos 1 metro de profundidad para el desarrollo adecuado de la planta. Además, se favorece un suelo enriquecido con estiércol y con un pH que oscile entre 5.5 y 7.

Es imperativo evitar suelos arcillosos, ya que estos obstaculizan el drenaje adecuado, lo que puede resultar en el almacenamiento excesivo de agua en las raíces, provocando su pudrición o la aparición de enfermedades fúngicas.

Riego del Cultivo de Maracuyá

El riego juega un papel crucial, especialmente durante las condiciones ambientales secas y la temporada de crecimiento. Dada su naturaleza tropical, la maracuyá requiere un riego constante y abundante, aproximadamente entre 800 y 1500 litros de agua anuales, distribuidos de manera uniforme a lo largo del año.

Poda: Arte y Ciencia del Cuidado

La poda de formación implica la eliminación de las ramas inferiores a 1 metro de altura sobre el nivel del suelo. Posteriormente, solo se permiten un par de ramas principales por planta. Cuando la planta alcanza el alambre superior de la espaldera, se realiza un corte en la yema terminal para fomentar el crecimiento lateral. Si la densidad de la planta es excesiva, se elimina una de las dos ramas principales.

La poda de renovación, programada después de los 3 años, implica eliminar todas las ramas, excepto las principales, que se cortan a una longitud de 1.5 metros para promover la vitalidad de la planta.

Fertilización Estratégica

Durante la floración y fructificación, se recomienda aplicar 100 g de sulfato de amonio, 250 g de superfosfato y 200 g de cloruro de potasio por planta. Después de la primera cosecha, se repite la fertilización para mantener la vitalidad del cultivo.

Cosecha de la Maracuyá

La cosecha se realiza cuando las ramas se agitan ligeramente y las frutas maduras comienzan a caer, marcando el momento óptimo para recolectar esta exquisita fruta.

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